El streamer conocido como Norme ha logrado una hazaña que pocos se atreverían a intentar: estar 264 horas seguidas sin dormir, todo en una transmisión en vivo. Aunque Norme logró su objetivo de batir un récord mundial, su peligrosa hazaña no estuvo exenta de controversias y riesgos para su salud debido al reto peligroso de streamer.
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11 días sin descanso: El peligroso reto
En un intento por ganar relevancia y seguidores, o quizá impulsado por el deseo de obtener un récord Guinness, Norme se embarcó en un reto extremo que lo llevó a estar despierto durante 11 días consecutivos. Aunque en Internet hemos visto desafíos inusuales, como personas encerradas en búnkeres o compitiendo en retos alimenticios contra osos, pasar más de tres días sin dormir es un riesgo extremo para la vida.
A partir del tercer día sin dormir, los riesgos para la salud se incrementan exponencialmente, y el caso de Norme no fue la excepción. Tras ser expulsado de plataformas como YouTube y Twitch debido a la peligrosidad de su acto, Norme continuó su transmisión en la plataforma Rumble, donde fue seguido por 9,000 personas.
Intervención policial y médica debido al reto peligroso de streamer
El reto llamó la atención de las autoridades, y Norme recibió la visita de la policía y personal médico para evaluar su estado de salud. A pesar de los riesgos, logró completar su desafío, estableciendo un nuevo récord, aunque Guinness no reconoce actualmente este tipo de marcas debido a los peligros que conllevan. Cabe mencionar que la última marca oficial fue de 453 horas, lograda por Robert McDonald, un récord que tampoco es reconocido por la organización.
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