Suponemos que es natural que la final de “El Gran Pasaje” (Fune wo Amu) nos dejara muy pensativos, sin duda alguna, es una de las series que más te hará reflexionar de cuantas podrás ver. También, parecer ser muy oportuna, a pesar de ser una adaptación de una novela de hace 5 años que fue convertida en una película live-action dos años después. Eso también es muy apropiado, debido a que uno de los muchos temas que Fune wo Amu trata es que las cosas importantes no están limitadas por el paso del tiempo – ellas nos sobrepasan, a través del trabajo de nuestras vidas trascendemos nuestra efímera existencia y vivimos en aquellos que nos siguen.
El elenco de Fune wo Amu parece existir en una especia de anomalía del tiempo. Ellos hacen un trabajo que la mayoría de los humanos modernos probablemente verían como un remanente de otra época. Apenas usan tecnología en su trabajo. Algunos han criticado este aspecto de la serie como poco realista, pero para nosotros, es una parte esencial de quienes son estas personas y que es lo que hacen. Si, podrían haber usado fotografías en vez de ilustraciones hechas a mano, así como shows como este podrían ser animados a través de CGI en vez de ser dibujados a mano y la música de Mozart podría ser reproducida digitalmente en vez de ser interpretada por manos y alientos humanos en instrumentos musicales hechos de madera y metal. Pero simplemente, porque algo puede hacerse de cierta forma no significa que esa sea la manera correcta de hacerlo.
Hubo poco en esta serie que fuera una sorpresa para nosotros. Pero aun así, muchas cosas que pasaban eran increíblemente abrumadoras – especialmente los hermosos, poderosos y dignificantes cinco minutos finales. Solo esa parte fue tan buena como cualquier anime de esta temporada o del año – una silenciosa y sobria declaración llena de desafío y propósito, y un homenaje al poder de la decencia humana. Cierto evento de la final, nos dejó claro que no teníamos que interpretarlo como algo trágico sino como parte de un gran pasaje aun mayor.
3000 páginas es un montón de palabras, pero es poco comparado con el valor puro de las vidas humanas que las produjeron. El Gran Pasaje es una historia de pasión – no te dejes engañar por su comportamiento taciturno. Todos los que dieron parte de sus vidas en producir el diccionario lo hicieron como una labor de amor – por el amor al trabajo en sí y si, también por sus compañeros de trabajo. Igualmente, pudimos ver como ellos lograron vivir sus vidas en el ínterin. Pero fue su trabajo lo que le dio más significado a las vidas de estas personas más que sus vidas privadas, ya que los conectó no solo con sus seres queridos, sino que también los conectó con toda la raza humana.
Estuvimos especialmente impresionados con algo que Matsumoto-sensei le dijo Majime en la final. El describió como la publicación de un diccionario era generalmente financiada por las arcas públicas en los países occidentales (algo que puede parecer bueno a primera vista). Luego Matsumoto le pregunto a Majime que porque hacían eso. Después de la respuesta de Majime, el describió porque eso no era una buena idea – habría mucha tentación de aquellos en el poder de querer influenciar el contenido para su propio beneficio.
“Las palabras y el corazón de aquellos quienes las usan deben permanecer libres. Incluso con nuestro poco financiamiento, seguimos siendo personas y no una nación. Pasamos nuestras vidas editando diccionarios. Estemos orgullosos de eso.” A través de las suaves palabras de un hombre que enfrenta el ocaso de su vida, Fune wo Amu hace una atrevida y revolucionaria declaración que hace eco en los oídos de cualquier que no haya cerrado sus mentes. Es una advertencia para todos aquellos que quieren dividir y degradar a la raza humana. Si esa dicotomía de estilo y sustancia no resume el impacto de Fune wo Amu, no sabemos que lo hará.
Y mientras parece que nos dirigimos al 2017 como si fuera un túnel oscuro al cual no se le ve un fin, no solo como personas y sino como fans del anime (después de todo la industria está empeñada en estancarse en el desierto creativo de la repetición, la indulgencia y la sobreexplotación). El Gran Pasaje expone un caso dignificante en busca de desafiar un oscuro destino – nos urge a levantarnos y ser fieles a lo que sabemos que es lo correcto y resistir las embestidas de aquellos que nos quieren apartar de nuestro camino. Como seres humanos somos pequeños y nuestras vidas son apenas un parpadeo – pero colectivamente podemos mover montañas, ya sea para bien o para mal. Debemos ser fieles a nosotros mismos aceptando que estamos indefensos sin los demás – y que solo a través de las palabras podemos construir conexiones que muevan a la humanidad hacia la iluminación. Aquellos que viven sus vidas al servicio de este ideal (sean editores de diccionarios, artistas o productores de anime) merecen nuestra gratitud y respecto, y este caso, ciertamente se han ganado el nuestro.
