Análisis de Rune Factory 4 Special: regar plantas y matar monstruos nunca fue tan relajante

A mediados del 2012, Neverland y Xseed Games publicaron Rune Factory 4, la cuarta parte de la saga del mismo nombre, que goza de gran popularidad en Japón. Este año llegará su quinta parte y, para hacer más amena la espera, ambas compañías revivieron este clásico de 3DS, en su consola más actual, la Nintendo Switch. Este spinoff de Harvest Moon llega recargado con mejoras en su contenido.

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Historia

La historia nos pone en los pies de un/a futuro/a príncipe o princesa, el cual se dirigía al pueblo de Selphia para entregarle un obsequio al dios del pueblo. En el camino es abordado/a por dos bandidos y uno de estos lo/la golpea en la cabeza, lo que le hace perder la memoria.

Un empujón golpe lo/la hace caer del barco flotante en que viajaba, cayendo miles de metros hacia el vacío. Nuestro/a protagonista cae encima de Ventuswill, una dragón que sirve como guardiana y máxima autoridad de Selphia.

No pasará mucho tiempo para que tomemos el cargo de príncipe/princesa de este reino, ayudando tanto a Ventuswill como a sus habitantes en sus distintas labores. Nuestro talento de Earthmate nos permite comunicarnos con la tierra y los monstruos que la habitan, por lo que somos los únicos capaces de lidiar con estos salvajes entes.

Más que su historia principal, Rune Factory 4 Special destaca por la constante interacción que tenemos con todos sus personajes. Estos hablan entre ellos y también reaccionan ante todas las decisiones que vayamos tomando a lo largo de nuestra aventura. Podemos relacionarnos con estos, pudiendo ver incluso el nivel de afinidad que tenemos con cada uno.

Jugabilidad

La premisa de la saga Rune Factory es la gestión tanto de nuestra granja como de la ciudad en la que nos encontremos. Nuestra primera gran actividad en el juego es cuidar de nuestros cultivos, los cuales podemos utilizar para obtener dinero, comer u obsequiárselos a los habitantes.

A medida que avancemos en nuestra aventura, iremos obteniendo más herramientas que nos permitirán cosechar, talar, minar y cocinar. Todas estas habilidades se pueden mejorar, tanto en su nivel como en la calidad de nuestros utensilios.

Con el pasar de los días, mecánica muy importante en este juego, nos iremos ganando la confianza de los pobladores, los cuales iremos conociendo. A ellos se suman ciertos forasteros que llegarán a Selphia para vender productos y ofrecer servicios como el cambio de nombre en nuestro personaje. Será fundamental ganarnos la amistad de los habitantes del reino, teniendo a disposición un calendario en el que podemos ver el cumpleaños de cada uno y así poder obsequiarles sus platillos favoritos. Incluso podremos casarnos, con la posibilidad de armar familia con algunos de los solteros y solteras que habitan el pueblo.

Mientras más confíen en nosotros, más puntos de princesa/príncipe obtendremos. Estos sirven como moneda de cambio para crear mejores personales o mejores para el reino como, por ejemplo, realizar festivales y así atraer turistas.

Otro elemento igual de importante es su combate, ya que no todo será quedarse sentado regando las plantas. Una buena parte de la historia principal se centra en explorar mazmorras y eliminar a las criaturas que amenazan la vida de nuestros amigos. Muchos de estos monstruos son en realidad personas transformadas y será nuestro deber saber por qué mutan en estos seres antropomórficos. Muchos de estos monstruos también se pueden criar, los que nos darán lana, lecha e incluso nos ayudarán con nuestras tareas en el huerto.

Poco a poco accederemos a armas y nuevos ataques. Las runas, energía vital de todo ser orgánico en este mundo, nos permitirán acceder a diversos poderes y mejoras. Nuestros amigos también podrán acompañarnos en combate, lo que hace más sencilla nuestras travesías. El problema es que, en algunas ocasiones, estos no reaccionan en plena batalla y suelen recibir daño sin siquiera atacar. El combate en si no posee mayor profundidad, pero créanos, no lo necesita.

Y es que el mayor encanto de Rune Factory 4 Special es su simpleza. El título no cuenta con ninguna mecánica complicada, de hecho, gran parte de los buffs que obtenemos a lo largo de nuestra aventura se nos añaden de forma automática, por lo que no debemos pensar demasiado en estrategias ni builds.

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Es más, ni siquiera contamos con elementos esenciales en otros RPG como un árbol de habilidades ni estadísticas para subir por nuestra cuenta. Esto en el papel puede significar algo malo pero, por el contrario, hace de este juego una experiencia bastante liviana. Y es que el título resulta muy agradable de jugar, siendo el acompañante perfecto para esos momentos en los que uno solo quiere relajarse y probar algo casual.

Esto se complementa muy bien con la dinámica de días y noches que posee el juego. Cada día cuenta y tendremos un tiempo limitado para hacer nuestros quehaceres. Un minuto en Rune Factory Special 4 es un segundo en la vida real, en donde podremos explorar, socializar y realizar misiones. En más de una ocasión nos encontramos en la situación de jugar un día más antes de apagar la consola, para ver qué aventura nueva nos espera o simplemente ver el estado de nuestras cosechas.

Aspectos técnicos

Debemos considerar que Rune Factory 4 Special fue lanzado hace casi 8 años, en una consola técnicamente inferior como es la Nintendo 3DS. Su estilo gráfico y sonoro busca emular a los grandes clásicos de los 90, como la saga Final Fantasy. Esto lo podemos ver en el modelado de los personajes, como también en el arte general del título.

Hubiésemos agradecido, eso sí, una actualización en la textura de los personajes acorde a la resolución HD de la Switch. Si bien podemos perdonar un modelado básico y pocos polígonos, resulta desagradable ver lo poco cuidado de las texturas, las cuales resultan borrosas, incluso para los estándares de una 3DS.

Por otro lado, las ilustraciones, en su clásico estilo anime, están muy bien logradas. Cada personaje posee características distintivas, todos bastante bien dibujados.

El juego nos pone a disposición un soundtrack bastante limitado. No son muchas las canciones que escuchamos a lo largo de nuestra aventura, pero las que hay son bastante agradables de escuchar, con ritmos y sonidos que nos devuelven a la época de PlayStation 1 y Nintendo 64.

Rune Factory Special 4 cuenta con actores de doblaje. Eso sí, a estos los escuchamos solo en algunas líneas de diálogo, mientras que otras carecen de voz. El problema es que sus intervenciones son muy arbitrarias, por lo que nunca estamos seguros de en qué momento escucharemos las voces de cada personaje. Algo que debemos mencionar es que el título no viene subtitulado al español, por lo que estamos obligados a jugarlo en inglés.

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En conclusión

Rune Factory 4 Special

7.9 NOTA

La nueva versión de este clásico de 3DS nos pone a disposición un RPG que destaca por su simpleza. Su falta de complejidad nos saca de la infinidad de opciones que hoy en día son comunes en los juegos de rol tradicional, algo que se agradece.

PROS

  • Simples mecánicas de RPG
  • Entretenida mecánica de día y noche
  • Amena historia que se centra en las interacciones con cada personaje

CONS

  • Juego completamente en inglés
  • Falta de trabajo en las texturas y modelado

Puntos de Evaluación

  • Gráficos 7
  • Sonido 8
  • Jugabilidad 8.5
  • Duración 9
  • Historia 7
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