Análisis de Panzer Dragoon: Remake para Nintendo Switch

A mediados de la década de los 90, se produjo el nacimiento de la saga Panzer Dragoon. Esta serie fue uno de los buques insignia en la época de la Sega Saturn, consola que no obtuvo la misma popularidad de consolas de su tiempo como Super Nintendo, Nintendo 64 y PlayStation.

Es por eso que, sobre todo en occidente, la franquicia no ha obtenido el reconocimiento que se merece. En un intento por hacerla resurgir, Sega ha publicado en Nintendo Switch, Panzer Dragoon: Remake. Este título es una versión contemporánea de su primera entrega, la cual también verá la luz en Windows y Google Stadia más adelante durante este año.

En Hero acostumbramos a evaluar los videojuegos por Jugabilidad, Aspectos Técnicos e Historia. Al tratarse de un juego arcade, omitiremos el apartado de historia puesto que, a pesar de contenerla, esta se expresa en cortas viñetas, las cuales no explican a grandes rasgos el argumento del juego.

Jugabilidad

Panzer Dragoon: Remake sigue la estela de los juegos originales. Este Rail Shooter nos monta encima de un dragón al cual apenas podemos controlar, por lo que nuestra responsabilidad recae en ser el artillero de esta dupla. Para eso, contamos con una pistola y un disparo múltiple que se activa después de marcar a nuestros enemigos.

Como juego arcade que es, solo contamos con 7 niveles, los cuales poseen un ritmo bastante frenético, con muchos enemigos y proyectiles frente a nuestras pantallas. En su perspectiva en tercera persona no solo miraremos hacia adelante, ya que debemos alternar también hacia los costados y hacia atrás con los botones L y R. Y es que constantemente recibiremos ataques en las cuatro direcciones, debiendo movernos para derrotar a nuestros enemigos.

Y si de arcades hablamos, no esperes una experiencia sencilla. Panzer Dragoon en un juego bastante demandante, por lo que debemos tener reflejos bastante rápidos si es que no queremos morir. Partiremos nuestra aventura con 1 intento y ganaremos otro al completar un nivel, los cuales terminan en batallas con jefes. Si morimos, debemos empezar desde la primera etapa.

El problema es que esta dificultad no solo está basada en nuestros enemigos, sino que también en los controles del juego. Apuntar a nuestros objetivos (con el análogo izquierdo) es bastante impreciso, sobre todo si estamos jugando con un Pro Controller, en modo dock. Constantemente nos frustramos por no poder derribar a un enemigo pequeño, por la falta de precisión de nuestros controles.

En modo portátil ganamos en precisión, pero su pantalla pequeña nos hará forzar la vista, ya que muchos de nuestros enemigos son tan minúsculos o están tan lejos que nos costará identificarlos.

Otra dificultad la notamos a la hora de esquivar proyectiles. El sistema de controles por defecto nos hace apuntar y mover a nuestro dragón con el mismo análogo, mientras que su sistema adicional, modernizado, separa ambas acciones. Con ninguno de los dos pudimos evadir correctamente algunos proyectiles, por lo que en muchas ocasiones recibiremos daño gratuito.

Después de terminar la corta campaña, que no sobrepasa las 2 horas, no hay mucho más que hacer. Hubiésemos agradecido que los desarrolladores hayan incorporado contenido extra, como nuevos niveles o desafíos, pero no hay demasiados motivos para volver a jugar aparte del modo difícil.

Con lo que sí contamos es con un modo foto, el cual nos permite capturar todos los momentos de jugabilidad con distintos planos, enfoques y efectos personalizables.

Aspectos técnicos

Este remake nos pone a disposición gráficos actualizados con respecto a su versión original, lanzada el año 1995 para Sega Saturn. A lo largo de su corta campaña veremos multitud de enemigos, efectos y proyectiles frente a nuestra pantalla, con puntuales caídas en el framerate, las cuales afortunadamente no hacen acto de presencia en los momentos de mayor acción, solo en algunas cinemáticas.

El estilo artístico de Panzer Dragoon: Remake es precioso. La naturaleza, criaturas, naves y arquitectura del universo está bien lograda, por lo que volar a lo largo de cada nivel será un deleite visual. Sí hay que hacer hincapié en algunas texturas, las cuales son un poco borrosas, pero solo están presentes en elementos decorativos no tan importantes.

Estos efectos se acentúan en modo dock, en donde vemos un incremento en la resolución del juego. Por otro lado, jugar en modo portátil nos hace perder fidelidad gráfica, sumado a los problemas ya mencionados que involucran a enemigos muy pequeños, los cuales nos harán forzar la vista.

Al tratarse de una adaptación, podemos notar resquicios de tiempos pasados como, por ejemplo, la cinemática de introducción. A pesar de contar con sorprendentes planos, sus animaciones son muy toscas, dignas de un videojuego de los años 90. Hubiese estado genial que actualizar estas animaciones a los estándares actuales.

Por lejos el mejor aspecto de Panzer Dragoon: Remake es su soundtrack. Desde su cinemática de inicio nos sorprendió lo genial de su música, compuesta por Saori Kobayashi. Estos temas se complementan muy bien con la estética del juego e irá cambiando en momentos claves de los niveles, como cuando se nos acerca un jefe o un enemigo gigante.

En conclusión

Panzer Dragoon: Remake

6.6 NOTA

Un genial apartado gráfico y sublime banda sonora no salvan a este juego de ser una experiencia arcade corta, con mecánicas que no se actualizaron a los estándares actuales. Sin duda hay mucho espacio para mejorar, por lo que esperamos que los futuros remakes de la saga sean más pulidos.

PROS

  • Preciosa estética y apartado gráfico.
  • Una banda sonora espectacular.

CONS

  • No más de 2 horas de duración.
  • Sistema de apuntado impreciso.
  • Ciertos objetos se ven muy pequeños en la pantalla de la Switch.
  • Escaso contenido extra.

Puntos de Evaluación

  • Gráficos 8
  • Sonido 9
  • Jugabilidad 5.5
  • Duración 4
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