Durante esta semana, nos enteramos de una gran ola de despidos en Activision Blizzard. La mayoría afectó a su división de esports, quienes recibieron como compensación 3 meses de sueldo y una gift card de $200 dólares para ser utilizada en Battle.net.
Esta decisión se tomó como consecuencia de la pandemia del covid-19 la cual, en teoría, ha afectado negativamente a las arcas de la empresa. Decimos “en teoría” porque la realidad del CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, es muy distinta.
Se ha reportado que durante los despidos, Kotick recibirá cerca de $200 millones de dólares en bonificaciones. Por ejemplo, el precio actual de las acciones de Activision Blizzard es de $92 dólares lo que, por contrato, le harán al CEO acreedor del monto anteriormente mencionado. Esto se suma a su sueldo anual, el cual se estima en $20 millones de dólares.
A través de un documento emitido por CtW Investment Group, se critican las múltiples maneras en las que Activision Blizzard “enriquece innecesariamente” a su CEO. “Los empleados de Activision Blizzard enfrentan inseguridades laborales tras el despido de 800 trabajadores en 2019, y típicamente ganan menos de un tercio del 1% de las ganancias del CEO, con algunos empleados, como desarrolladores junior, ganando menos de $40 mil dólares al año mientras viven en áreas costosas como el sur de California”, menciona el documento.
Sin duda las decisiones de Activision Blizzard darán que hablar durante un buen tiempo. Dejar más de un centenar de desempleados es cuanto menos cuestionable, sobre todo en el panorama actual de pandemia. La situación es aún más crítica al considerar que sí existen los recursos para mantenerlos, pues su CEO es capaz de embolsarse más de $200 millones de dólares en un año.
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