Unity desata la tormenta: Desarrolladores en pie de guerra por tarifas de instalación

En una sorpresiva movida, el motor de videojuegos Unity ha anunciado que comenzará a cobrar a los desarrolladores una tarifa cada vez que un usuario instale su juego, incluso si están instalando juegos que ya poseen en un nuevo equipo. Esta decisión ha generado una ola de indignación entre los desarrolladores.

La nueva política, revelada en una publicación de blog el martes, ha causado confusión y descreimiento en la comunidad de desarrollo de videojuegos. A partir del 1 de enero, Unity Technologies aplicará una “Tarifa de Ejecución de Unity” a todos los juegos construidos con su plataforma, siempre y cuando hayan superado un umbral mínimo de ingresos en el último año y un conteo mínimo de instalaciones a lo largo de su existencia.

Actualmente, los umbrales de la “Tarifa de Ejecución” comienzan en $200,000 en ingresos y 200,000 instalaciones de juego en toda la vida, dependiendo de la versión de Unity utilizada. Las tarifas se calculan en función del número de instalaciones por encima del umbral, con un costo de hasta $0.20 por instalación.

A primera vista, esto podría parecer insignificante. Sin embargo, podría tener un impacto devastador en numerosos estudios de desarrollo de juegos. Muchos títulos populares, como Genshin Impact, Among Us, Cult of the Lamb, Dredge y muchos más, han sido creados con Unity.

Unity explicó su decisión en la publicación del blog:

Elegimos esto porque cada vez que se descarga un juego, también se instala el motor de ejecución de Unity. Además, creemos que una tarifa inicial basada en la instalación permite a los creadores mantener las ganancias financieras continuas derivadas del compromiso del jugador, a diferencia de una participación en los ingresos.

Sin embargo, los desarrolladores están en desacuerdo. Muchos han señalado una serie de problemas con esta nueva política, incluyendo su impacto en demos, reembolsos, servicios de suscripción como Xbox Game Pass, juegos gratuitos y participación en paquetes benéficos. Además, la instalación de juegos piratas también es motivo de preocupación.

Aunque Unity ha respondido a algunas de estas preocupaciones, las respuestas no han sido completamente satisfactorias. Inicialmente, la compañía confirmó que si un usuario elimina e instala nuevamente un juego en la misma máquina, el desarrollador será cobrado por cada instalación. Sin embargo, después de una fuerte reacción negativa, Unity revirtió su posición, afirmando que en tal escenario solo se realizará un cargo.

Aun así, los desarrolladores serán cobrados múltiples veces si los usuarios instalan el mismo juego en un dispositivo diferente. También se aplicará una tarifa por la instalación de demos, a menos que sea solo un nivel que no pueda actualizarse al juego completo.

Por suerte, las instalaciones desde servicios de suscripción de juegos no implicarán un cargo para los desarrolladores. Unity informó que las tarifas serán cargadas a los distribuidores, por lo que Microsoft deberá cubrir el costo de instalación de los juegos en Xbox Game Pass. Además, los juegos incluidos en paquetes benéficos estarán exentos de la tarifa, y Unity proporcionará una forma para que los desarrolladores les informen cuando su juego esté en uno. Sin embargo, no está claro cómo la compañía determinará qué instalaciones provienen de paquetes benéficos y cuáles no.

Unity tampoco tiene una respuesta sólida sobre cómo su sistema de tarifas basado en la instalación funcionará con la piratería de software, básicamente afirmando que aún están trabajando en esa parte.

En resumen, esta nueva política ha generado una gran controversia en la comunidad de desarrollo de videojuegos. Muchos están considerando seriamente la posibilidad de cambiar a otro motor de juegos. Unity ha demostrado a los desarrolladores que ya no es una plataforma segura en la que pueden confiar, y ahora enfrenta un desafío importante para recuperar su confianza.

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