Sinopsis
Falso documental que sigue los pasos de Borat, periodista que luego de avergonzar a su país Kazajistán con una película que exponía lo peor de su sociedad es enviado a Estados Unidos con la misión de limpiar la imagen de la nación a través de un “generoso” regalo a un miembro de la élite política estadounidense. Borat 2 se encuentra disponible desde el 23 de octubre en Prime Video.
La esperada secuela de Borat no pudo llegar a mejor tiempo. Su estreno golpea la sociedad estadounidense en medio de un acalorado clima político por las elecciones presidenciales que enfrentan al demócrata Joe Biden contra el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quienes tuvieron un tenso debate el día de ayer.
Pero Borat 2 no dirige su mofa únicamente a la política estadounidense, sino que va más allá y se enfoca en el sistema de creencias de la nación y sus habitantes. Y no se detiene con nada ni con nadie.
Sacha Baron Cohen vuelve a la gloria con esta película por exponer lo más crudo de Estados Unidos sin tapujos, dispuesto a llegar a los límites más descabellados en pos del humor.
La sátira en su máximo esplendor con Borat 2
Casi como rindiendo homenaje a los orígenes de la sátira, que se remontan a la Antigua Grecia, Borat 2 interviene directo en los temas comunes del país. Bajo la premisa de un extranjero que poco conoce del Estados Unidos actual, la película nos lleva por un camino de conocimiento de la realidad social del país, con hechos que demuestran que muchas veces la realidad supera la ficción.
Toda la construcción narrativa, al igual que pasaba con su primera parte, está soportada en gran medida por la brillante actuación de Sacha Baron Cohen. El actor es capaz de llevar al extremo su naturaleza camaleónica, que le permite infiltrarse en los lugares más inesperados con tal de conseguir un vistazo cercano de lo que sucede. La burla irónica se utiliza como herramienta constantemente para generar situaciones cómicas nacidas desde la incomodidad de los entrevistados al ver acorraladas sus polémicas ideologías.
Pero lo que más destaca en la película, en este sentido, es que no tiene miedo. Tal cual como hacen grandes obras de la sátira contemporánea como South Park, Borat 2 se reconoce y se identifica a sí misma como una cinta ofensiva, porque es exactamente lo que busca. En muchas instancias puede llegar a ser sorprendente por la capacidad que tiene de sobrepasar todos los límites autoimpuestos a nivel social. Pero lo hace por una razón magistral: Solo cuando quitas todos los filtros es cuando puedes ver la verdadera realidad en la que vivimos. Esto es la esencia más fundamental de la sátira.
Equilibrio emocional
Sin embargo, no todo es humor en Borat 2. La película incorpora un nuevo personaje principal, la hija del famoso periodista. Con ella comienza a desarrollar tramas igual de importantes que brindan un equilibrio perfecto entre drama y humor, con momentos igual de emotivos e irrisorios que refrescan constantemente la película para evitar la saturación por el exceso de comedia.
Y aquí también destaca la valentía de sus creadores, porque no tienen miedo de mostrar vulnerabilidad emotiva en su protagonista, que hasta antes solo se mostraba como un personaje con el único propósito de hacer reír. Hacer esto no es fácil, pero bajo la actuación de Sacha Baron Cohen se logra de sobremanera, brindando al espectador de momentos reflexivos de Borat, que cuestiona su propio sistema de creencias ante un mundo totalmente distinto al que conocía.
En conclusión
Borat 2
Nadie ni nada en Estados Unidos está a salvo de la maestría satírica de Borat 2. Con actuaciones delirantes y un argumento sin miedo a nada, la película sacude al mundo solo como Sacha Baron Cohen sabe hacerlo. Es una perspectiva de lo más absurdo de la realidad estadounidense que sin duda hay que ver.