Como era de esperar, Darkness vuelve a lo grande en este cuarto episodio de KonoSuba 2. Como veníamos anticipando ella se metió en un lió con un matrimonio arreglado, aunque el «culpable» en mayor parte es su propio padre en lugar del noble que vimos en el episodio 1, también pensamos que el noble quería abusar sexualmente de ella, pero gracias a los Dioses (menos Aqua) eso no paso. No fue sorpresa para nosotros que ella no quería el matrimonio, conocemos muy bien como es Darkness.
Extrañábamos a Darkness, su aparición en este episodio nos deja claro que ella misma es humor. El ridículo escote con el que se nos presenta en los 3 trajes que ocupa este episodio, nos deja claro que dibujar los pechos grandes en Darkness es parte de una burla dentro de KonoSuba. Pueden decir lo que quieran de la animación de KonoSuba, incluso que es la peor animación de la temporada, pero lo que no podemos negar es que cuando tienen que animar movimientos de pechos o las explosiones de Megumin tiran toda la carne a la parrilla.
Por mucho que este es el episodio de Darkness, Kazuma juega un papel fundamental en el capítulo. Ya sea cuando Darkness describe a su prototipo de hombre ideal (era una descripción que encajaba 100% en Kazuma), en la pelea final entre Darkness y Kazuma, o ya con el final rematador en el que todos piensan que Darkness y Kazuma tendrán un hijo prontamente.
En una seria hacer a su protagonista una persona desagradable, egoísta y malicioso no es fácil de que le agrade a la gente, pero KonoSuba lo logra hacer bien. La serie no sería ni la sombra de lo que es hoy en día si Kazuma fuera un hombre recto que perpetuamente se pone tímido y se victimiza (protagonista promedio en el anime últimamente). Kazuma es desagradable y esperemos que siga así siempre, ya que tiene derecho a serlo.
La pregunta final del episodio es, ¿qué, exactamente, hizo Megumin con esos monstruos mientras Kazuma y Aqua estaba ayudando a Darkness? Definitivamente es algo que se nos mostrará en el siguiente episodio.
