Reseña Anime: Drifters – 11

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「ピストル大名の冒険 〜火縄丸数え歌〜」 (Pisutoru daimyou no bouken 〜hinawa maru kazoeuta〜)

“Las Aventuras del Daimyou Pistolero ~La Canción de Contar Balas~”

A veces, es difícil recordar que solo nos queda un episodio de este anime cuando Drifters nos pone en medio de la siguiente gran batalla de la temporada. Sin perder el tiempo luego de la liberación de los enanos, Nobunaga y compañía deciden infiltrarse en la Capital de Orte: Verlina (porque nombrarla Berlín hubiera sido demasiado fácil), listos para instigar el golpe de estado propuesto por el conde. Tenemos que admitir, que la intriga política fue bastante cautivadora (aunque algo breve), ya que tuvimos no uno, sino dos conspiraciones ocurriendo simultáneamente, y ambos golpes de estado usaron el mismo argumento para justificarse. Tanto los Drifters (a través del Conde) y Jesús, el Rey Negro planearon usar el deterioro del reino como excusa para tomar el poder, cada uno de ellos prometiendo restaurar el imperio a su antigua gloria.

Lo más entretenido de este encuentro fue el [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-17.jpg”]duelo[/su_lightbox] entre Nobunaga y Rasputín, con Rasputín siendo sorpresivamente ingenuo ante los planes Drifters y quedando en shock cuando Toyohisa llegó como si nada a [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-16.jpg”]destrozarle el rostro a su marioneta[/su_lightbox]. Esta escena fue un pequeño homenaje al verdadero Rasputín, especialmente su conocida tendencia a ignorar riesgos potenciales y una certeza total en sus opiniones. Durante todo esto, es interesante resaltar como Nobunaga [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-22.jpg”]se dio cuenta[/su_lightbox] que la mayor fortaleza de Toyohisa (su enfoque absoluto en la violencia) es también su más grande debilidad. A veces, es difícil imaginarse como eliminar tus problemas podría ser una debilidad, pero en una delicada maniobra política, hacer enfurecer a la multitud tiene la temible consecuencia de poner a tus amigos y enemigos en contra tuya (como Nobunaga ya lo sabe muy bien). Tenemos mucha curiosidad en saber cómo Nobunaga cambiará sus estrategias después de darse cuenta de esto.

Pero el verdadero evento de esta semana fue la antesala a la inminente batalla de Verlina. Como esperábamos, los nuevos mosquetes no tendrán mucho impacto en los resultados finales, dado que solo existen 100 (junto con un [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-28.jpg”]trabuco[/su_lightbox] bastante genial), pero es fascinante ver el impacto inicial causado por estas armas de fuego. Nobunaga en su rol de comandante fue endemoniadamente épico, [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-33.jpg”]sus expresiones[/su_lightbox] apenas podían contener su emoción al ver partes del cuerpo volar por los aires mientras el enemigo huía atemorizado.

Este acontecimiento se volvió hilarante cuando el Conde presentó su [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-25.jpg”]ejército personal[/su_lightbox] (una copia de la Banda Sagrada de Tebas) quienes fueron los encargados de utilizar las armas. El Conde está resultando ser uno de los personajes más interesantes de Drifters, un drag queen empedernido con un nivel de conocimiento histórico soberbio y una de las mejores fuentes de humor en la serie ([su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-24.jpg”]la discusión de su experiencia militar[/su_lightbox] fue especialmente buena). Estamos empezando a pensar que no es gay/bisexual y solo se mete en su papel al estilo JoJo para confundir a sus enemigos y al pobre Toyohisa. Nobunaga quizás este en lo cierto de que el Conde los traicionará una vez que sus intereses se enfrenten, pero nos imaginamos que no debería ser ningún problema para este hábil estratega.

La próxima semana será el fin de esta temporada de Drifters, sin anuncios a la vista de una secuela, pero al menos podemos estar seguros que se irá con un glorioso espectaculo lleno de explosiones. Al parecer, Hijitaka será el jefe final en esta batalla, seguramente contra Toyohisa, mientras que Nobunaga continúa mostrándonos sus proezas en el campo de batalla. Esperamos un montón de sangre y desmembramientos en este final con más sonrisas malvadas de satisfacción de nuestro dios de las muecas.

Y aunque lo más seguro es que los Drifters prevalezcan al final (después de todo, tienen las armas), estamos seguros de que no será una victoria sencilla. Pero con menos de 1000 hombres contra todo el poder de los ejércitos del Rey Negro, es difícil imaginar cómo incluso las fuerzas combinadas de Nobunaga y Toyohisa pueden sacar a nuestros héroes de este predicamento. A menos que [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-26.jpg”]Aníbal[/su_lightbox] tenga preparada una estrategia.

Notas:

Nuevamente los traductores se les pasó algo. [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-3.jpg”]Este letrero[/su_lightbox] dice: “Serví como soldado a Orte por 10 años.”

Al parecer, Nobunaga no es el único que esta consiente de las implicaciones de las comunicaciones casi instantáneas. Rasputín aparentemente usa [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-19.jpg”]talismanes[/su_lightbox] para el mismo propósito.

Nos encantó el homenaje a los grandiosos planes arquitectónicos de Hitler para Berlín con gigantescos [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Drifters-11-Grande-7.jpg”]arcos negros[/su_lightbox] repartidos por toda Verlina. De paso, el comentario de uno de los subordinados del Conde sobre mandar al soldado de Orte al frente, es otro homenaje a un miedo común de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial de que los enviaran a pelear en el frente oriental.

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