Análisis de The Last of Us Part II: No existe el bien, no existe el mal

7 años…

7 años y una generación completa de consolas es lo que tuvimos que esperar para tener de vuelta a The Last of Us. La ópera prima de Naughty Dog es un testimonio fidedigno de la evolución de esta desarrolladora, que nunca deja de elevar una vara que ya se pierde por los cielos.

The Last of Us Part II es la continuación a una historia que conocimos durante el último aliento de PlayStation 3, teniendo la enorme responsabilidad de superar al, considerado por muchos, mejor videojuego de la década.

Con todo el dolor de nuestra alma, intentaremos evitar a toda costa los spoilers, aunque eso nos cueste omitir todo lo que sentimos tras haber experimentado una de las mejores historias que hemos tenido frente a nuestros ojos.

Pero no evitaré el siguiente spoiler: The Last of Us Part II supera a su antecesor en todos los aspectos.

Historia

Te recomendamos de forma encarecida el evitar esta sección si no quieres enterarte de ningún aspecto argumental. Si bien, no se hablará de pasajes clave en la historia, si mencionaremos algunos tópicos de esta.

Nudos en los dedos, nudos en el estómago, nudos en la garganta. Eso es lo que sentiremos en las prolongadas horas que dura la campaña de The Last of Us Part II.

Esta secuela sigue el destino de Ellie, posterior a los sucesos de la primera parte. Junto a Joel, logran volver a Jackson, ciudadela a cargo de Tommy, lugar en donde la pre adolescente Ellie se transforma en adulta.

La normalidad del poblado se rompe tras un impactante suceso, el cual motiva a Ellie a abandonar la seguridad de Jackson para embarcarse una vez más en la crueldad de este mundo post apocalíptico, en búsqueda de venganza.

Y no mencionamos la palabra “crueldad” por mera casualidad; The Last of Us Part II es por mucho uno de los juegos más crudos que hemos experimentado. Naughty Dog no tuvo asco alguno en tirarnos encima momentos que, sin previo aviso, nos dejarán boquiabiertos, pasando de la emoción al asombro y, sobre todo, a la desazón, en un parpadeo.

Nuestro trayecto se cruza en medio de una disputa entre dos facciones, cada una con sus propias creencias, motivaciones y, en su superficie, cuestionables costumbres. En estos turbulentos tiempos de violencia racial, The Last of Us Part II hará cuestionar nuestra visión del prójimo, tratándolos como algo más que un mero enemigo al cual debemos acuchillar por la espalda.

Por su parte, la dinámica “padre e hija” entre Joel y Ellie es reemplazada por una atmósfera aún más tensa, eliminando casi de raíz las interacciones jocosas vistas en la primera parte, las cuales abundan en otras franquicias de Naughty Dog como Crash Bandicoot y Uncharted.

Muy de la mano con los tiempos que corren, sus desarrolladores tratan con mucha naturalidad temáticas como el amor del mismo sexo, el consumo de drogas recreativas e incluso escenas de violencia desmedida que pocos se atreven a plasmar, pero que de seguro se llevarán más de un cuestionamiento.

A lo largo de la historia actual, también veremos como se atan cabos que quedaron sueltos del argumento de primer TLOU. Estos tendrán un papel determinante en como se van confeccionando los hechos del presente juego.

Hablando de confeccionar, la línea argumentativa de The Last of Us Part II es de una factura increíble. Todo está perfectamente hilado, con giros que nos harán cuestionar toda la historia de la franquicia. Sin más detalles, sólo me atreveré a decir que la línea entre héroes y villanos es microscópica y casi inexistente, distanciándose de un bonachón Link que busca derrotar a Ganon y de un querible Mario que dará todo por salvar a su princesa Peach.

Jugabilidad

Como ya vimos en tráilers anteriores, The Last of Us Part II nos pone en los zapatos de Ellie, un personaje mucho más jóven y liviano que Joel. Es por eso que esta secuela agrega elementos inexistentes en su antecesora, como la posibilidad de saltar, trepar cuerdas, entre otros.

En cuanto al combate, los enemigos humanos presentan una lograda inteligencia artificial. Estos harán lo posible por flanquearnos, motivándonos en todo momento a buscar nueva cobertura. Aquellos que atacan a corta distancia son más resistentes, por lo que ir golpeando a tontas y a locas es un acto muy riesgoso.

Para evitar sus embates, contamos con un botón para esquivar (L1), el cual hace los combates cuerpo a cuerpo mucho más interesantes. Ya no bastará con machacar el botón de golpe para acabar con nuestros contrincantes, pues estos responderán de vuelta, obligándonos a repeler sus golpes para no sufrir daño.

Y es que ser golpeado cobra mucha más importancia en The Last of Us Part II. Un mero balazo puede tumbarnos al piso, dejándonos sin la posibilidad de disparar por unos cuantos segundos. Si nos derriba, nos vemos en la obligación de abrir fuego desde abajo, dejándonos expuestos a recibir más impactos. Es por eso que debemos cuidar nuestra cobertura, asomándonos solo cuando tengamos un disparo asegurado.

Las novedades en los NPC también se refleja en las interacciones entre ellos. Cada uno posee un nombre, el cual gritarán sus compañeros una vez vean sus cadáveres. Cada oleada de enemigos es una mini historia relatada por algunos de ellos, en la que cuentan sus anhelos y sus miedos, antes de gritar despavoridos al ver cómo vuelan sus extremidades de un escopetazo.

Los acompañantes también han visto mejoras. A lo largo del juego irán a nuestro lado distintos personajes, cada uno con una forma distintiva de pelea. Algunos nos apoyarán a distancia, mientras que otros prefieren el conflicto directo. Ninguno de estos es una simple Ellie del primer The Last of Us, la cual no era de gran utilidad en los momentos de acción. Eso sí, aún siguen habiendo fallas con nuestros acompañantes en cuanto al sigilo, ya que estos pueden pasar por el lado de nuestros enemigos sin ser detectados.

Lamentablemente no podemos decir los mismo de los infectados. A pesar de contar con nuevas especies, sus secciones (exceptuando una en específico) son calcadas a lo visto el año 2013, en donde debemos evitar hacer ruido para no llamar la atención de chasqueadores, corredores y merodeadores.

Aunque lo expuesto hasta ahora pueda sonar a mucho, la realidad es que el juego no presenta una gran evolución en cuanto a combate respecta. No podemos decir que esto “es el fruto de los años de trabajo de Naughty Dog”, ya que lo que vemos ha sido implementado en anteriores juegos de la compañía, como Uncharted 4 y Lost Legacy.

Por otra parte, el juego presenta pasajes en donde se rompe con la estricta linealidad, ofreciéndonos zonas abiertas las cuales podremos explorar para descubrir sus recompensas. Algunas de estas se deberán desbloquear con llaves o códigos ubicados en otros puntos del mapa, lo que nos asegura una buena cantidad de horas recorriendo cada rincón.

A pesar de no contar con un multijugador, The Last of Us Part II no se queda corto en contenido. El título es sorprendentemente extenso, llegando en doblar la duración de su antecesor. Si bien, 90% de lo que jugamos es llamativo y determinante en la historia, hay un 10% que entra de forma forzada, como si se hubiese querido incorporar para aumentar las horas de la campaña.

En lo que a extras respecta, podremos apreciar el arte del juego a través de una galería, como también ver los modelos de los personajes, desbloqueables a través de puntos que recolectamos por jugar. Dentro de la partida también encontraremos cartas de superhéroes similares a los Vengadores y monedas de diversos estados de Norteamérica.

Aspectos técnicos

Tal como el primer The Last of Us en PlayStation 3, esta segunda parte es lanzada en la fase final de PlayStation 4. Es por eso que ambos juegos simbolizan todo el potencial que puede llegar a dar una consola que está a pasos de ser descontinuada.

Pero tardaremos en darnos cuenta lo bien que luce este juego. Decimos esto porque sus primeros pasajes están emplazados en una nieve que deja bastante que desear. Nuestras huellas sobre esta no se registran de gran manera y la que cae de los árboles no es más que una mera masa blanca sin movimiento independiente.

Todo esto cambia en los escenarios urbanos, los cuales son adornados por una vegetación húmeda de apariencia casi fotorealista. Dicha humedad se impregna en todo el ambiente, ofreciéndonos un filtro oscuro que luce incluso mejor que Uncharted 4.

La expresividad en el rostro de los personajes también está muy bien lograda. Si bien no alcanza los estándares de un Death Stranding, si llama la atención como los rostros de Ellie y sus acompañantes parecen nunca estar quietos, mirando constantemente hacia todos lados mientras realizan muecas.

Eso sí, debemos dejar en claro que el título ha sufrido un downgrade gráfico con respecto al espectacular tráiler de E3 2018. Esta decisión se llevó a cabo para mantener los 30 cuadros por segundo en ambas versiones de PlayStation 4. Afortunadamente esto se logra en la gran mayoría de los escenarios, a excepción de cuando lanzamos nuestras granadas a una gran cantidad de enemigos, cuyos efectos de humo pueden provocar caídas notorias.

Hablando de downgrade, la ya mencionada animación de esquivar no reacciona de forma tan interactiva como lo visto hace dos años. A pesar de topar con paredes, esta animación no reacciona a dichos objetos. Pero esto no quita el nivel de detalle en cuando a gesticulaciones de los personajes; podemos ver como estos se tapan la cara al romper una ventana, se limpian la sangre de sus enemigos y se arrugan cuando los estrangulamos.

El sonido está tan bien logrado como los gráficos del juego. Junto a Hellblade: Senua’s Sacrifice, The Last of Us Part II, debe ser de las mejores experiencias auditivas para jugar con unos buenos audífonos. Cuando lo jueguen por primera vez, les pedimos que se fijen en el ruido que hace la sangre tras apuñalar en el cuello a un enemigo. Podrán escuchar como el líquido sale expulsado de la arteria, evidenciando el nivel de detalle puesto a cada sonido del juego.

La música, compuesta una vez más por el argentino Gustavo Santaolalla, está tan bien lograda como el primer juego. Ellie, quien aprendió de los dotes musicales de Joel, también hace su debut artístico, cantando temas como el icónico “Take on Me” de a-ha, en versión acústica.

El doblaje en latino es bueno, pero dista de ser perfecto. Esto se refleja en la poca variedad de actores de doblaje destinado a los NPC. Recurrentemente escuchamos las mismas voces masculinas y femeninas en nuestros enemigos, como si se tratara de la misma persona.