Streamers ruidosos propician conflictos con sus vecinos y encima le juegan bromas

Los conflictos de una streamer con sus vecinos a causa del excesivo ruido que produce en horas de la noche, han visibilizado un problema que está ocurriendo en muchas partes del mundo. Fernando, un diseñador gráfico que trabaja como freelance desde su piso en Vallecas, ha revelado en una entrevista para El Confidencial, las vicisitudes que ha pasado para conciliar el sueño en el último año a causa de los ruidos estridentes que hace una streamer que tiene como vecina. 

La vecina de Fernando, de la cual se sabe que tiene 20 años, y cuyo nombre no fue suministrado, se gana la vida realizando transmisiones en directo en la que tiene una rutina que incluye, gastar bromas telefónicas a desconocidos mientras coloca música a todo volumen. Para nadie es un secreto que los ruidos en horas nocturnas se magnifican y precisamente esas son las horas preferidas por los streamers para realizar su trabajo. 

Los retos más ruidosos de estos streamers para ganar seguidores tienen lugar en la madrugada 

Interrogado sobre su vecina ruidosa, Fernando, ha dicho lacónicamente, “a mí me ha hecho la vida imposible, pero no quiero causarle daño ni darle publicidad…solo quiero dormir”. El diseñador también refiere que ha bajado varias veces a pedirle que modere el ruido, pero todo ha sido infructuoso.  

Los retos más ruidosos de estos streamers para ganar seguidores tienen lugar en la madrugada 

Como los alborotos no han cesado y la desesperación de Fernando ha ido in crescendo, ha optado por grabar todo e incluso le ha amenazado con llamar a la policía, pero con esto no ha logrado que baje ni un decibel a la música. La frustración de hecho aumentó el día que se enteró que sin saberlo participó en un reto de la streamer, quien a petición de sus seguidores subió a las dos de la mañana a solicitarle un cigarrillo y el terminó regalándole toda la cajetilla. 

Aunque parezca increíble, Fernando, no sabía lo que era un streamer hasta que hizo una investigación en Twitch y supo exactamente a lo que se dedicaba su vecina. Lo cierto es que, tras varios intentos canalizados a través de la comunidad y el administrador, también infructuosos, se decidió por fin llamar a la policía quien acudió al sitio hasta tres veces en una semana, a raíz de eso el ruido ha disminuido, pero no ha desaparecido de todo. 

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