Para nadie es desconocida la guerra comercial entre China y Estados Unidos. El presidente de la nación norteamericana, Donald Trump, ha vociferado las medidas que tomarán para combatir con el gigante asiático, dentro de las que se incluyen el aumento en los impuestos a la importación de productos chinos.
Ya se han especulado acerca de las consecuencias que decisiones como esta acarrearán. En el peor de los casos las consolas aumentarían su valor, debido al alza en los impuestos a la fabricación de estos dispositivos, los cuales Sony, Microsoft y Nintendo ensamblan en China. De hecho fue la gran N quien se antepuso a esa medida y determinó mover parte de su producción a Vietnam.
A mediados de junio, las tres compañías enviaron una carta conjunta al Representante de Comercio de los Estados Unidos reflejando su preocupación ante un eventual alza en sus costos. Las empresas indicaron que esta medida perjudicará a los consumidores, desarrolladoras, ensambladoras y cadenas de venta; también pondría en riesgo miles de valiosos empleos de ciudadanos estadounidenses y sofocaría la innovación en la industria local.
“Aunque apreciamos los esfuerzos de la administración por proteger la propiedad intelectual y preservar el liderazgo tecnológico de Estados Unidos, el daño desproporcionado que causan estas tarifas en los consumidores y negocios estadounidenses socavará estos objetivos”, mencionaron.
Y es que esta alza podría aumentar en un 25% el eventual precio que tendrá la PlayStation 5, el cual estará “fuera del alcance para muchas familias americanas que esperan sus consolas en navidades”. Sony aún no anuncia cuanto costará su nueva consola, la cual presentará tecnología de última generación, la cual ha sido comparadas con tarjetas gráficas como la RTX 2080, la cual de por si es bastante costosa.
