Joya de culto del año 1982, aquella época dorada del cine de ciencia-ficción en donde dio sus primeros pasos, con efectos especiales, locaciones y personajes que nos transmitían emociones y con solo una toma podían decir mucho sin pronunciar una palabra.
En todo esto entra Blade Runner, una obra maestra del cyberpunk, pionera que dio pie a que se desarrollaran ideas como Deus Ex, Syndicate e influenciando en el anime a Ghost in the Shell, Ergo Proxy.
Dirigida por Shinichiro Watanabe (director de Cowboy Bebop y Samurai Champloo). Este corto junto con los otros 2 que van a ser lanzados, son el nexo entre la primera película y la segunda.
Los Replicants son cazados y asesinados por humanos, por esto, un grupo se organiza para ejecutar un “black out” (apagón total), como también detonar una cabeza nuclear en baja órbita sobre la ciudad de Los Angeles, generando un EMP (Pulso Electro Magnético), que inutilice una base de datos donde se contenían registros de todos los Replicants.
El corto toca ciertos temas, que han logrado poner a Blade Runner como joya de culto. Ese “fantasma en la maquina”, la pequeña variación del libre albedrío, la confusión de los Replicants por no saber si son humanos, o el anhelo de querer serlo, y el deseo por la libertad sin tener que regirse por un maestro que les dé órdenes.
Estamos ante solamente una intro a la película, el anime refleja muchos puntos que toca el primer film, sino que nos muestra la mente de los Replicants ante su búsqueda de libertad y que tan lejos están dispuestos a llegar para obtenerla, personalmente me encantó, y cualquiera que haya leído “Sueñan los androides con ovejas eléctricas” de Dick como algo de Asimov, vera esta pequeña ova con otros ojos.
El personaje que más resalta de todos los que se ven en el corto es el de Trixie, esta Replicant creada como sex doll, pero demuestra una capacidad en combate bastante alta. Las primeras escenas que vemos sobre ella son bastante dramáticas, también tiene un protector llamado Cygnus, un Replicant hecho para el combate, ambos demuestran tener un fuerte lazo de compañerismo. Las escenas que nos muestran esa pequeña luz de humanidad son la historia de Cygnus en la guerra, y las escenas en cámara lenta de Trixie.
La música está bien puesta en el momento justo, uno de los motivos por lo que las producciones de Watanabe son obras de culto. No falta la acción, pero mezcla un poco de filosofía cyberpunk noir en las mismas escenas, hay que saber apreciar esos momentos.
Altamente recomendable para fanáticos del cyberpunk clásico como para los que se quieran empezar a vincular en el género.
