Impresiones Finales: Watashi ga Motete Dousunda

Watashi ga Motete Dousunda termina de manera muy parecida a lo que nos mostró durante toda su duración – una serie totalmente entretenida que nunca se sumergió completamente a explorar las implicaciones serias de su argumento ni de sus personajes. En lo personal, la disfrutamos tanto que siempre la veíamos de primero todos los sábados, lo cual debe significar algo (eran unos 22 minutos de entretenimiento que no exigían mucho esfuerzo intelectual). Y aunque naturalmente nunca esperábamos una resolución definitiva en su final dado que su manga aun está siendo publicado (y ni siquiera creemos que el final del manga nos dé una respuesta), naturalmente es un poco decepcionante ver que finalice de esa forma.

En cierta forma, es natural comparar Watamotedou (acrónimo hecho en SKGCL) con Gekkan Shoujo Nozaki-kun (¿para cuándo la segunda temporada?) en que ambas son series que juegan de manera inteligente con los clichés del género que existen el panorama anime que está dominado por los doujin. Las diferencias en la ambición o quizás podrían decir la “profundidad.” Gekkan Shoujo explora mucho más en la psiquis de sus personajes y lleva la deconstrucción del genero uno o dos niveles más. Es también de naturaleza mucho menos romántica que Watamotedou pero irónicamente, tiene más probabilidades de ofrecernos una resolución romántica real en el final debido a su interés en explorar a sus personajes.

Si tuviéramos que especular basándonos, en los eventos del final, creemos que la conclusión más natural sea que Mutsumi-senpai sea quien tenga más oportunidad de entablar una verdadera relación romántica con Kae. Por supuesto, esa es la dirección que el anime tomó en los últimos episodios, así que no es una sorpresa para nadie. Igarashi tiene todas las características de “personaje principal,” pero no hay nada que realmente lo conecte con Kae. Ella claramente adora a Shinomiya pero como ella misma dice, es como su otouto. Nishina es el alma gemela fujoshi con quien Kae puede hablar de lo que sea pero no existe una evidencia clara de que Kae esté interesada en las chicas de esa forma. Así que, quedan descartados.

Eso solo nos deja con dos. El atractivo de Nanashima es bastante obvio (es el chico malo, el arquetipo clásico estilo Souma Kyou y que son los que más tienen influencia en los romances shoujo). Y además [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Watamotedou-Final-39.jpg”]es un clon de uno de los personajes[/su_lightbox] favoritos de Kae, Shion. Pero aun así, apostaríamos a Mutsumi. Kae pude que este distraída persiguiendo fantasías, por ahora. Pero ella, algún día, deseará tener algo más real en su vida (aunque las estadísticas que nos ofrece el Japón moderno digan lo contrario).

Algo que no nos gustó, es que los personajes sacaron a relucir nuevamente los peores aspectos de los clichés en los que están basados (y de los que se había redimido en episodios anteriores), durante el episodio final, [su_lightbox type=”image” src=”http://www.skgcl.com/news/wp-content/uploads/2016/12/Watamotedou-Final-8.jpg”]cuando todos conspiraron para prevenir que Asuma le confesara[/su_lightbox] a Kae como se sentía ¿Con que propósito? Como él mismo lo dijo: si tantas ganas tenían de salir con ella, deberían dejar de darle rodeos al asunto y decírselo de frente, pero claro eso haría que la serie se terminará demasiado pronto.

La parodia de un juego otome fue una manera rápida e inteligente de finalizar esta historia, incluso si realmente no nos ofreció ninguna conclusión. Como el resto de Watamotedou fue divertido y gracioso sin profundizar demasiado en el significado de lo que estaba sucediendo. Y eso está bien, no todas las series tiene que romper moldes o ser profundas. No vamos a pretender que Watashi ga Motete Dousunda fue una obra maestro pero si podemos decir que tuvo éxito en lo que nos ofreció desde su primer episodio y en base a eso cumplió cabalmente con su propósito de entretener.

Salir de la versión móvil