Impresiones Finales: Girlish Number

Sin duda alguna, entre todas las series que vimos en este 2016, Girlish Number fue la sorpresa más placentera, ya que fue un anime que excedió todas nuestras expectativas. Las cuales eran iguales a “ninguna,” este show estaba completamente fuera de nuestros radares hasta que un montón de ustedes se nos acercaron en los comentarios y nos la recomendaron. Pero GN termino siendo un anime que realmente esperábamos cada semana y uno que nunca dejó de sorprendernos (no siempre para bien, pero casi siempre) incluso después de darnos cuenta de lo bueno que era.

Déjennos reiterarles que nunca tuvimos ningún tipo de expectativas de que Girlish Number seria popular, o que la mayoría de las personas que lo vieran fueran receptivas a lo que tenia que decirnos. Por lo general, a los fans del anime no les gusta que les recuerden que es lo que está mal con el medio debido a que esos recordatorios son una crítica implícita hacia ellos. Es debido a que la audiencia es tan fácilmente manipulable por la industria, que esta última es capaz de salirse con la suya con las cosas que vemos en esta serie, pero las personas no quieren escuchar eso. ¿Y quién los puede culpar? A la hora de la verdad, solo buscamos entretenimiento.

Por ello, está claro el hecho de que el autor de Girlish Number está escribiendo esto para su propio entretenimiento lo cual es la fuente de mucho de su encanto. Esta serie se parece mucho a Majimoji Rurumo, en que es una serie tipo “B” de un autor que tiene un título “A” increíblemente popular, y que obtuvo un anime solo gracias a la influencia comercial de esa otra serie. Es difícil imaginar a dos escritores más distintos en tono y sustancia (aunque sus nombres sean muy parecidos) que Watari Wataru y Watanabe Wataru. El último es alegre e inocente y Majimoji Rurumo refleja eso de una manera hermosa. Pero Gi(a)rlish es tan bella como cínica, reflejo de un mundo que ha caído en la resignación. La diferencia es que en el cinismo de Watari funciona de manera más efectiva aquí, que en su otra serie más popular y por la cual todo el mundo le conoce, todo gracias al cambio de escenario que le permite escapar de los clichés característicos de las LN, las cuales (irónicamente) entorpecen su escritura.

Nuestra preocupación era que Girlish Number se “vendiera” al final – solo para darnos una conclusión “feliz” o peor, redimir a Kuzu-P de una manera que traicionara el espíritu de este anime. Pero menos mal que eso no sucedió y Girlish Number demostró que podía equilibrar su cinismo con un mensaje positivo. Una sátira no puede ser solo desolación y desesperación, si desea funcionar narrativamente hablando y Watari entiende esto – y su enfoque en el lado humano de la ecuación le ha permitido darle a la audiencia algo por lo que pueda sentirse bien sin ignorar los problemas de la industria que la serie a señalado. Y vaya que Chitose se ha transformado en una protagonista hecha y derecha.

Admitimos que el drama del final fue un poco forzado –si, rara vez verán nieve en Tokio y  la ciudad tiende a colapsar cuando sucede, pero de alguna manera las demás lograron llegar al estudio más o menos a tiempo. Pero temáticamente hizo maravillas para la final, debido a que incluso después de la charla fraternal de Goujou-kun, no hay una transformación milagrosa (Chii-sama siguen siendo Chii-sama). Ella es así, tal como la industria es como es – descuidada, perezosa y una procrastinadora que está obsesionada con ella misma. Pero al final, ella quiere hacer lo correcto y siente que está en deuda al resto de las personas en “su equipo.” Pero nos gustó el hecho de que fue el “te mataré” de Goujou lo que finalmente la encaminó a actuar.

Esto se transmite a la sesión de grabación (hay un hermoso momento cuando la desaliñada Chitose se dice a sí misma “¡Actúa como Chitose!” antes de descender por las escaleras). La “charla motivacional” de Chitose es hilarantemente satisfactoria, básicamente dijo, “Este show apesta y diablos, toda la industria apesta y ni siquiera entiendo el material pero ustedes me agradan chicas, así que hagamos un trabajo decente.” Y luego Momoka (best girl de esta temporada) básicamente nos confirma que “KuuSure” parece un chiste pero que ella también le gusta el proyecto y todos se ponen a trabajar. Ah, y se nos olvidó mencionarles que todo esto ocurre frente al autor de la LN.

Esa porción resume el (in)feliz medio en el que se desarrolla Gi(a)rlish Number – el anime de hoy en día quizás apeste, pero es el único anime que tenemos así que por Kamisama, hagamos nuestro mejor esfuerzo. Hay buenas personas allá afuera, gente que quiere hacer un buen trabajo y representar el medio que tanto aman pero independientemente de eso, cuando uno hace un trabajo uno tiene que dar lo mejor de sí sin importar las circunstancias. Seamos sinceros, GN ameniza bastante las cosas – es decir, comparados con lo que sufren los animadores, la vida de un seiyuu es un crucero de lujo (si alguien decide hacer una serie acerca de esa situación, empezaremos a hacer fila desde ya para comprar los Blu-rays) pero incluso así, este anime pone a la industria al desnudo como ninguna otra serie de anime se ha atrevido.

Creemos que es por esa razón que, al final, Chitose es una buena protagonista. Ella no es una gran persona, pero tiene lo necesario para realizar su trabajo. Quien entre nosotros no ha dicho “¡hagamos un montón de dinero por poco trabajo!” (Al menos cuando creemos que nadie nos escucha). Chitose es alguien de cortas expectativas, una figura exasperante e irritante que de alguna manera no puedes evitar que te agrade (lo cual es una personificación de la industria del anime del 2016, al menos para nosotros). Quizás no sea la protagonista que queremos, pero ella es la que necesitamos (y merecemos, ROFL). Y ella es muy fiel a sí misma, lo cual es algo que respetamos. Ella tiene un fuerte deseo de ser algo lo merezca o no y eso, en una manera perversa, es algo digno de admirar.

A la final, eso es lo que mantiene el equilibrio en Girlish Number y lo hace entretenido de ver en vez de deprimente. El elenco es excelente, cada una de las chicas del elenco e incluso los hombres tiene una personalidad definida. Momoka es una de los mejores personajes del año por desafiar todos los clichés del género y la relación entre Chitose y Goujou es una de los lazos entre hermanos más creíbles y a la vez más emocionales que hemos visto en largo tiempo en el anime. Nunca caen en un sentimentalismo rebuscado, ni siquiera durante la final pero en todo momento es claro como los dos se sienten con respecto al otro.

“Hay que vender más” quizás no sea el mensaje más inspirador para una serie y “¡es culpa del anime!” es la peor manera de tratar de emocionar a la audiencia. Pero funcionan de las mil maravillas para Girlish Number. Así que, “Kata na. Ga ha ha!” – la conversación al final en el bar resumió la experiencia de Girlish Number como nada que podamos decirte. No todos pueden cambiar el mundo, pero todos tenemos que vivir en él – y eso aplica tanto a nuestra pequeña esquina hecha de anime como a prácticamente todo lo demás.

Ending 2:

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