Análisis de The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics en Nintendo Switch

A fines del 2019 se lanzó en Netflix la serie The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics. Sus 10 capítulos sirven como precuela de la película The Dark Crystal, creada y dirigida por Jim Henson. La franquicia destaca por el uso de marionetas, las cuales representan míticas criaturas en un mundo de fantasía oscura.

En sus intentos por traspasar el mundo audiovisual, Netflix ha querido llevar esta aventura a los videojuegos, para que un nuevo segmento pueda apreciar esta producción y acercase a la serie, la cual ha sido bien catalogada por la crítica.

Historia

Su historia sigue la misma línea que de la serie por lo que, si no quieres ningún tipo de spoiler, te recomendamos mirarla primero. En esta exploramos el mundo de Thra, junto a Rian, Brea, Three y otros muchos seres llamados Gelflings. Estos deberán enfrentarse a los malvados Skeksis, una raza que pretende arrasar con los recursos de Thra, a través de un macabro poder.

En The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics no contamos con ningún tipo de cinemática. De hecho, podríamos haber visto escenas de la serie antes de cada misión, pero estas son reemplazadas por pequeños cómics interactivos que no destacan ni en sus ilustraciones ni en su argumento. Esta variante narrativa carece de la profundidad de la historia vista en la producción de Netflix, relatándonos una epopeya vacía, sin desarrollo de personajes ni momentos emotivos.

Age of Resistance Tactics

Aquellos que hayan visto tanto la película original como la nueva serie se sentirán gratamente sorprendidos con algunos de los hechos que ocurren a lo largo del juego. Por ejemplo, veremos la llegada de personajes presentes en el filme de 1982, como también hechos mencionados en la serie, pero que no logramos ver a través de Netflix. El juego sirve para vivir en carne propia hechos de los que solo habíamos escuchado, ampliando el lore del universo del fallecido Jim Henson.

Jugabilidad

The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics nos recuerda (para bien y para mal) a los juegos tácticos vistos en Super Nintendo, como la saga Fire Emblem, y PlayStation, con Final Fantasy Tactics. La simpleza de sus mecánicas deja mucho que desear, haciendo engorroso acciones tan básicas como moverse de una casilla a otra. En entregas contemporáneas basta con presionar un solo botón para que un personaje se traslade, pero en The Dark Crystal tenemos que acceder a la rueda de acciones para esto, haciéndonos gastar segundos innecesarios.

Para ser justos, el juego sí que lo intenta a la hora de ofrecernos profundidad estratégica. Cada uno de nuestros personajes contará con Trabajos, una especie de clases que dicta su estilo de juego y tipos de habilidades. Los tres Trabajos principales son el Soldado, que actúa como primera línea de batalla, el Explorador, especialista en combate a distancia, y el Reparador, el cual se encarga de curar y aplicar bufos a nuestros aliados. Estos se expanden en distintas ramas, ofreciéndonos hasta 12 Trabajos, entre los cuales podremos variar en nuestras composiciones. Iremos obteniendo nuevas habilidades conforme subamos de nivel, las cuales nos servirán en ocasiones específicas.

Por ejemplo, en un nivel debimos equipar a nuestros personajes con una habilidad que empuja a los enemigos, para así lanzarlos a una parte del escenario que les inflingía daño extra. Dicha estrategia nos ayudó a superar el nivel, ya que uno de estos enemigos nos causaba daño si intentábamos atacarlo de forma directa. En otro escenario debíamos atraer a enemigos a una poza venenosa, la que les drenaba la vida mientras estuviesen parados en esta. La variedad de sus escenarios y su composición nos permitió tomar distintas ventajas, de las cuales incluso nuestros rivales se aprovechaban.

Pero más allá de eso, poco podemos destacar con respecto a su jugabilidad. Todas las misiones duraban más de lo que debían, sin darnos la opción de guardar en medio de una partida o simplemente reiniciarla.

Aspectos técnicos

Gráficamente, tampoco nos encontramos con nada llamativo. El diseño de sus personajes y escenarios están más cercanos a un PlayStation 2 que a un juego contemporáneo. Ni siquiera el efecto de los hechizos destaca por su colorido.

La música recrea a la perfección el fantástico mundo en el que nos encontramos pero, en algunas ocasiones, las canciones no reflejan el drama vivido en cada batalla, las cuales a veces llegan a ser demasiado lúdicas.

Sus voces son escasas, sin el encanto del reparto original de la serie. Los únicos sonidos que emanan de las cuerdas vocales de estos personajes son repetitivos quejidos cuando son golpeados, los cuales se replican en cada uno de los Geflings.

En conclusión

The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics

5.9 NOTA

Esta entrega de Netflix no pasa de ser un simple juego licenciado de una serie o película. El título solo destaca en sus esfuerzos de agregar capas en su dificultad y mecánicas, empañado por su engorrosa jugabilidad, pobre historia y un mejorable apartado técnico.

PROS

  • Variados escenarios
  • Fan service para los fanáticos de la franquicia

CONS

  • Historia pobre, sin cinemáticas
  • Jugabilidad simple, sin grandes mecánicas
  • Voces ausentes casi por completo
  • Flojo apartado gráfico

Puntos de Evaluación

  • Gráficos 6
  • Sonido 5
  • Jugabilidad 5.5
  • Duración 7
  • Historia 6
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