Análisis de Bleeding Edge, la nueva y alocada propuesta multijugador de Ninja Theory

El estudio Ninja Theory (actualmente propiedad de Microsoft), y desarrollador de juegos como Enslaved: Odissey to the West, DmC: Devil May Cry o su más reciente obra, Hellblade: Senua’s Sacrifice, cambia de rumbo y nos presenta Bleeding Edge, una propuesta multijugador-exclusiva con juego cruzado entre Xbox One y PC. Combina combates 4 contra 4 a la vez que nos permite controlar varios “héroes” (¿o debería decir villanos?) que tienen un set de habilidades únicas y diferentes entre sí.

A continuación los dejamos con su tráiler:

Historia

Si bien estamos ante un título multijugador, es bueno saber el contexto sobre el que están parados nuestros personajes. En este caso, se trata de un mundo futurista en donde los humanos que son potencialmente criminales comienzan a comprar partes robóticas en el mercado negro para modificar su cuerpo y así mejorar sus capacidades de combate a muerte. De esta manera, comienza un espectáculo donde deciden televisar esto como un “nuevo deporte”.

En este apartado, aunque se trata de una compañía que sabe cómo contar historias, la fórmula del juego no les permite que puedan hacerlo más allá de una cinemática introductoria. Sin embargo, sirve para que podamos entender por qué nuestros personajes se están partiendo la cara y por qué son tan peculiares. Además, cada figura está acompañada de una biografía y un país de origen, lo que permite darles mayor profundidad.

Jugabilidad

Como era de esperar, el potencial de Bleeding Edge reside en la forma que controlamos a nuestro personaje y la comunicación como equipo. El título posee una plantilla con un total de 11 personalidades (próximamente 12) divididas en tres roles (Daño, ayuda y tanque), y podemos cambiar entre ellas en cualquier momento desde la base. Cada una tiene un conjunto de cuatro habilidades (cinco si contamos la pasiva): la habilidad definitiva, que se va cargando a medida que pasa el tiempo y tres habilidades más que pueden ser de daño, control o ayuda.

Por otro lado, podemos modificar las habilidades de cada personaje a través del Taller, colocando diferentes mejoras que afectan el daño, la duración, el rango o el efecto de estas. Estas mejoras se organizan en varios perfiles y pueden obtenerse jugando partidas y subiendo de nivel nuestra cuenta y personajes, así como también por medio de su compra con la moneda del juego.

Inicialmente, Bleeding Edge ofrece la posibilidad de realizar un tutorial al inicio del juego, que sirve como entrada para conocer las mecánicas básicas. Entre ellas tenemos, un combo que se realiza presionando repetidamente el botón de ataque, un pequeño movimiento para esquivar que tiene usos, a mi parecer demasiado limitados, un bloqueo y otro ataque que nos sirve para levantarse cuando nos derriban.

A simple vista, no estamos ante un título que sea demasiado difícil, aun cuando algunos personajes están diferenciados con la etiqueta “sugerido” y “avanzado”. En lo personal, disfruté muchísimo jugando de soporte (Miko, específicamente), ya que, a diferencia de otros juegos, nuestro papel dentro de cada partida es fundamental, independientemente de que decidamos entablar un combate o solamente dar apoyo a nuestro equipo.

Modos de juego

Por si lo habías olvidado, Bleeding Edge es un título centrado en el multijugador y presenta “diferentes” modos de juego. Abro comillas porque de salida solo tenemos dos modos de juego y cinco mapas a nuestra disposición. El primero de ellos, el clásico modo de captura la bandera, donde debemos comunicarnos con nuestros compañeros para coordinar la captura y defensa de diferentes puntos repartidos por el mapa, y donde nuestra misión es llegar a los 600 puntos de equipo. El segundo, es un modo en el cual debemos recolectar 50 células de energía y colocarlas en diferentes secciones del mapa.

En ambos modos de juego, también podemos eliminar enemigos y aportar así a la puntuación de nuestro equipo para conseguir la victoria más rápido, pero lo recomendable es utilizar bien el sistema de comunicación, ya sea mediante señales o voz, organizar una estrategia y conquistar todos los objetivos que nos proponen. Aun cuando las partidas son bastantes rápidas, el emparejamiento flaquea bastante, porque a veces nos incorpora en partidas que ya están en curso, y puede que estemos en una desventaja considerable o directamente estén a punto de finalizar.

Cabe destacar, que, de momento, no existe ningún modo clasificatorio o por rangos, lo que se extraña en un inicio, sobre todo para los jugadores más competitivos y por el tipo de juego que es.

Arte y sonido

Nuevamente, Ninja Theory acierta en términos de producción audiovisual. Principalmente por que podemos destacar el diseño de algunos personajes como Kulev, una serpiente que se camufla en el cadáver de un científico o Maeve, una señora que esconde mucho poder destructivo. Por otra parte, el trabajo sonoro tiene detalles muy buenos, desde explosiones hasta guitarras eléctricas y temas musicales pegadizos que acompañan los combates.

En cuanto a los niveles, aunque algo escasos, están muy cuidados estéticamente. Hay diseños variados pero que siempre están pensados sobre un estilo urbano: ciudades desiertas, industriales, modernas, jardines flotantes y un nivel subterráneo. Algunas incorporan un tren que nos permite movernos rápidamente por el mapa, lo que agrega un plus bastante innovador. Pero mucho cuidado, porque los primeros paseos pueden ser tan divertidos como demoledores.

Finalmente, cabe mencionar que Bleeding Edge es un videojuego que se encuentra disponible tanto para PC con Windows 10 y Xbox One. Agradecemos por nuestra parte a Microsoft por la entrega del código utilizado para este análisis, el que jugamos en PC.